Una niña sufre pesadillas con el pueblo de Silent Hill. Su madre decidirá ir con ella allí para averiguar que es lo que ocurre.
He de reconocer que iba con la solitaria estrellita preparada para atizársela, después de haber oído infinidad de malas críticas. Pero he de decir que no solo me ha sorprendido, sino que creo que es la mejor adaptación de un videojuego hecha hasta la fecha. Ante todo hay que decir que Silent Hill no es un juego fácil de adaptar. Sólo la primera parte tiene cinco posibles finales con cinco historias diferentes. La película (quitando los cinco primeros minutos), comienza de forma arrolladora y cada plano y escena es calcada al original. Desarrollo, lugares, detalles y música son similares.
Lástima que la continuación no le siga a la zaga, y lo que comienza de forma arrolladora, va perdiendo gas a cada minuto hasta llegar a un final donde al director se le va la pinza de forma exagerada. Es cuando se desmarca del videojuego para desarrollar la película en sí que la película pierde interés. Los actores, dentro de unos limitados registros (tampoco le exigen gran cosa), dan vida a unos personajes que se dedican a correr de un lado para otro sin saber realmente qué pretenden.
Los efectos especiales, sin ser abusivos, le sirven al director para cambiar los mundos entre si y recrear las criaturas del videojuego.
La estupenda música original de Akira Yamaoka es utilizada y adaptada por Jeff Danna manteniendo toda su esencia, incluyéndose también los efectos sonoros que tanto nos pusieron los pelos de punta.
Ficha IMDB
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Lo Mejor. La primera mitad
Lo Peor. Como han desarrollado al personaje de la agente de policía
¿Recomendable? Como adaptación es magnífica. Como película de terror, deja mucho que desear