En 1944, dos íntimos amigos se preparan en la escuela de aviación norteamericana. Hasta que entre unas cosas y otras, acabarán en Pearl Harbor los días previos al ataque japonés.
Tostón de película de Michael Bay (jamás pensé que diría esto), con más de tres horas de metraje, donde un guión flojísimo cargado de diálogos estúpidos aburre hasta a las ovejas. Por otro lado, el tinte patriótico, tan común en Bay (algo respetable), aquí se pasa de castaño oscuro. La historia de amor es tópica y ñoña con una Kate Beckinsale plana y bastante inexpresiva. Ben Affleck es más Ben Affleck que nunca y Josh Hartnett no sabe nunca qué cara poner. El resto del reparto, aunque de renombre, está totalmente desaprovechado, no salvándose ninguno.
Todo el interés que puede suscitar el film es por los 40 minutos de bombardeo, todo un prodigio de técnica y montaje, pero que no llega hasta las dos horas de película.
Los efectos especiales, como ya he dicho, están presentes sobre todo en el bombardeo, logrando una espectacular recreación del suceso.
Hans Zimmer compone una partitura muy de su estilo, con gran fuerza en las escenas bélicas e intimismo en las abundantes (por desgracia) escenas de amor.
Ficha IMDB
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Lo Mejor. Los cuarenta minutos de bombardeo
Lo Peor. Grosso modo... todo lo demás
¿Recomendable? Para ver una vez y no más, Santo Tomás.
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