Hoy toca hablar de series. Y no de una serie en general, sino de un capítulo concreto: "
Un día, una habitación"
Esta noche, al ver
House, me percaté de que el episodio iba a ser dirigido por
Juan José Campanella, lo cual me sorprendió bastante pues desconocía que hubiera intervenido en la serie.
Y si hablo del capítulo aquí es porque me ha llamado la atención sobremanera. No sé realmente si
Campanella rodó el capítulo por el guión, o el guión se adaptó por
Campanella, pero el caso es que lo de hoy ha sido bastante diferente al
House al que estamos acostumbrados.
No ha habido una enfermedad incurable con síntomas cada vez más raros y el paciente cada vez más grave, no ha habido una lucha sarcástica entre
House y sus discípulos, y apenas se han mencionado los conocidos problemas del médico.
Sin embargo, hemos asistido a quizas, el capítulo más dramático de cuantos se llevan emitidos, con una relación paciente-médico hasta ahora inédita. Por un lado la principal, la de
Gregory House con una paciente algo enigmatica; y por otro lado, la de
Allison con un hombre que solo quería morirse en paz.
La ironia de
House ha dado paso a una confrontación de sus dos mitades, la más personal e intima frente a la frívola y orgullosa soberbia. Más que una enfermedad somática, lo de hoy ha sido un caso psicológico, tanto para el paciente como para
House (apenas se ha hecho mención a su dolor femoral)
Es por ello que digo que no sé si pensaron en
Campanella para dirigir el guión, o una vez que éste se comprometió, le diseñaron un guion a su medida.
Lo que hemos visto hoy no es el
House de siempre, y quizas haya decepcionado a sus más aférrimos seguidores, pero yo, que no lo soy, creo que este episodio posee una fuerza narrativa y dramática como ninguno.
Y es solo mi opinión...
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