Rodada en los mejores páramos del palacio, Sofia Coppola vuelve a hacer lo que mejor sabe: aburrir. La película no tiene ritmo, con grandes vacíos entre escenas medianamente interesantes. Grandes silencios y planos inútiles, muchos de ellos de cámara en mano. La estética está cercana al surrealismo, reforzada por el maquillaje y la peluquería, subrayando los excesos de la Corte.
Kirsten Dunst interpreta de manera mediocre a una reina estereotipada donde sus excesos (que tuvo mucho) se muestran de la manera más benigna y superficial. El resto del reparto simplemente está correcto.
Algunos la han calificado de moderna e innovadora, cuando la única marca de modernidad es el introducir un par de canciones rock como banda sonora (algo que ya se hizo en la pobre “Destino de Caballero”). Una sucesión de bonitas canciones de la época completarán el apartado musical.
Un pequeño detalle: la Ópera a donde va la reina, no se construiría hasta casi cien años después.
Ficha IMDB
Lo Mejor. La presentación de la Corte.
Lo Peor. El aire rebelde y adolescente de la reina.
¿Recomendable? Puede que el estilo de Sofia Coppola guste… a mí desde luego que no
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