Impactante relato sobre los últimos momentos del Führer en su búnker de Berlín, visto bajo los ojos de su secretaria personal. La película no se posiciona y muestras los diferentes bandos internos que se formaron.
La crudeza del totalitarismo es reflejada mediante el fanatismo político de algunos o ejecuciones de civiles a sangre fría.
Bruno Ganz interpreta brillantemente a Adolf Hitler, en cuya versión original seguramente se apreciaría hasta su marcada forma de hablar. Precisamente, es en el doblaje donde la cosa flojea, no resultando convincente en los momentos de furia e ira.
La guerra en las calles de Berlín será vista ante los ojos de un niño, que hará frente al asalto ruso. La parte final se alarga innecesariamente y la película pierde ligeramente interés.
Ficha IMDB
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Lo Mejor. El reparto, en especial Bruno Ganz.
Lo Peor. Su doblaje (en la versión española) y su duración.
¿Recomendable? Perfecta demostración de cómo se puede hacer cine del pasado sin ofender a nadie. Y además, con calidad.
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