Un mago está causando sensación en la Viena de finales del siglo XIX. El jefe de la policía del emperador austriaco le seguirá muy de cerca, intentando desenmascararle.
Entretenida película que logra su cometido, sumergirse en la magia y mediante trucos visuales, asombrar al espectador. Un guión cargado de giros conduce una historia tramposa cual truco de magia. Edward Norton está estupendo (como siempre) en su papel de mago protagonista, secundando por un siempre eficiente Paul Giamatti.
Una fotografía en tonos sepias evoca las fotografías de la época en una Viena bien reconstruida mediante decorados. Los efectos visuales son el centro de la historia para dejar al público con la boca abierta.
Philip Glass, minimalista por naturaleza, crea una intensa partitura que ayuda a mantener la tensión del espectáculo toda la película.
Entretenida película que logra su cometido, sumergirse en la magia y mediante trucos visuales, asombrar al espectador. Un guión cargado de giros conduce una historia tramposa cual truco de magia. Edward Norton está estupendo (como siempre) en su papel de mago protagonista, secundando por un siempre eficiente Paul Giamatti.
Una fotografía en tonos sepias evoca las fotografías de la época en una Viena bien reconstruida mediante decorados. Los efectos visuales son el centro de la historia para dejar al público con la boca abierta.
Philip Glass, minimalista por naturaleza, crea una intensa partitura que ayuda a mantener la tensión del espectáculo toda la película.
Lo Mejor. Las funciones del mago.
Lo Peor. Quedan bastantes cabos sueltos
¿Recomendable? Entretendrá sin dificultades.
1 comentario:
Me tienes que explicar que cabos sueltos quedan porque no me acuerdo de ninguno (claro que ya hace tiempo que vi la peli).
Lo peor que le vi fue que una parte del final si me imaginé que iba a pasar (lo de la novia); eso si, la otra trama (sobre el escenario) si me asombró bastante.
Y adoro a Giamatti!!!
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