Un arquitecto, desbordado por su trabajo y su familia, descubre el secreto del éxito: un mando a distancia con el que podrá controlar su vida.
Comedia sin pretensiones que toma una idea ya explotada en Como Dios y aquí enrosca aún más la historia y la adapta a las nuevas tecnologías. Adam Sandler se compone un papel a su medida (para eso él produce), repleto de gestos y reacciones chistosas. A su lado, un histriónico y despeinado Christopher Walken en su típico papel de enigmático secundario.
Sin embargo, la historia gira radicalmente a un registro dramático, distanciándose de su "inspiradora", llegando incluso hasta un final que busca la lágrima. Quizás es en esta segunda parte donde la película gane algo de interés frente al humor tonto y chabacano de la primera.
Ficha IMDB
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Lo Mejor. David Hassenfolf forever
Lo Peor. Es algo (bastante) previsible
¿Recomendable? Mejor ver algo de más calidad y/o interés. De digestión extra-rápida
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