Los Autobots se han erigido protectores de la Humanidad, y el bueno de Sam Witwicky ya no es necesario. Pero los Decepticons tienen un as en la manga, y es que, cuando el hombre fue a la Luna por primera vez, descubrió algo que nunca fue revelado...
Por tercera vez, los robots autotranformables vuelven a la carga de la mano de Michael Bay. Y si algo funciona, ¿por qué cambiarlo? Asi que el director repite los mismos cánones que las anteriores: argumento, personajes, secuencias... aunque, claro está, todo multiplicado por mil. Así, hay más robots que nunca, mas tiros y explosiones que nunca y más destrucción que nunca.
Solo cambian al maniquí femenino, otrora Megan Fox, por Rosie Huntington Whiteley (haciendo su debut cinematográfico), pero con las mismas funciones que su predecesora (esto es: enseñar pechuga...).
Pero cuando uno va a ver una película de Michael Bay, sabe o debería saber qué se va a encontrar: guión flojo rozando el ridículo, personajes extravagantes y sobre todo mucha pirotecnia y efectos digitales. Y esto si que es un trabajo magnífico, que hace que las dos horas y media de metraje se pasen en un plis.
Ficha IMDB
Lo Mejor. Los robots repártiendose galletas
Lo Peor. Los humanos realmente pintan poco...
¿Recomendable? Para seguidores de Bay
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