Un niño problemático y una orca asesina no tienen nada en común... ¿o sí?
Clásico juvenil de los años 90, donde un cetáceo asume el protagonismo, respaldado por un niño lelo y adultos iguales que éste.
Simon Wincer firma una película con un guión simplón y sentimentaloide, buscando el final lacrimógeno, aunque su escena final ha pasado ya a ser fácilmente reconocible.
Pero sin duda, lo mejor (y de lejos) del filme es la obra maestra que se marcó Basil Poledouris, con un motivo principal para la orca que lo muestra en las primeras escenas (que son, sin duda, las mejores de la película). Una maravilla desde el primer minuto hasta el último.
Por cierto, tan buena es la banda sonora como hortera la canción de Michael Jackson, que no pega ni con cola.
Ficha IMDB
Lo Mejor. El trabajo del gran Basil Poledouris.
Lo Peor. Unos personajes muy atontaos.
¿Recomendable? Para pasar el rato y maravillarse por una música tan buena.
1 comentario:
GRANDE BASIL!!!!
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