Lewis es un huerfanito empollón cuatro ojos que no tiene mucha suerte con las adopciones. Pero un extraño visitante del futuro y una maquina para leer recuerdos le harán ver la vida de otro modo.
Nueva película de animación de la Disney, y nuevo fiasco artístico, presentando una producción plana, boba y sin interés. El guión mezcla erróneamente elementos infantiles (¡ay!, ese malo tan estúpido…) con referencias adultas (Terminator, Blade Runner, Star Wars…) sin saber en que orilla desembarcar.
Se nota la presencia de John Lasseter en la cinta (sobre todo en el teórico futuro) con un diseño de producción que recuerda en exceso a Los Increíbles (sobre todo en el estilo de los personajes). La animación es decente con unas formas y colores muy vivos para el idealista porvenir.
Sin embargo, el guión cuenta con algunas frases e ideas bastante divertidas (desternillantes las ranas de los años 40 a lo Sinatra…) que medio salvan el visionado de una quema sin piedad.
De la música se encarga Danny Elfman, intercalándose con canciones comerciales, que compone una melódica partitura, muy fiel a su estilo, con grandes piezas de percusión para las partes más oscuras.
Ficha IMDB
Ver tráiler (ojo, que destripa)
Lo Mejor. Su última media hora.
Lo Peor. Su primera media hora.
¿Recomendable? No merece la pena. Si Walt Disney levantara la cabeza…
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