Dos hermanos, con un desgraciado rumbo en la vida, heredan una mansión al morir su padre. Lo que en un principio era una vieja casa, pasa a convertirse en algo con lo que hacer dinero. Pero en esa casa hay un habitante con el que no contaban.
Gore Verbinsky, antes de mexicanos y piratas, firmó esta comedia negra con demasiadas similitudes a Solo en Casa. Y como nunca soporté a la pareja de ladrones, este par de hermanos va por el mismo camino. Escena tras escena, los protagonistas demuestran que se puede ser más tonto de lo que ya se es, irritando al espectador ante tal muestra de incompetencia y patosidad.
El ratón está muy bien logrado infográficamente, convirtiéndose en la estrella de la película.
Alan Silvestri crea una partitura adaptándose firmemente a las imágenes, con un dominio del recurso llamado mickey-mousing (enlace en inglés). Sin embargo, su tema para los títulos es de gran calidad, con un oboe que simula ser el diminuto protagonista.
Ficha IMDB
Ver trailer (en inglés)
Lo Mejor. El ratón
Lo Peor. Los dos personajes principales.
¿Recomendable? Para los que disfrutan con los porrazos de Solo en Casa. Para el resto, acabaremos hastiados de tanta torpeza.
Gore Verbinsky, antes de mexicanos y piratas, firmó esta comedia negra con demasiadas similitudes a Solo en Casa. Y como nunca soporté a la pareja de ladrones, este par de hermanos va por el mismo camino. Escena tras escena, los protagonistas demuestran que se puede ser más tonto de lo que ya se es, irritando al espectador ante tal muestra de incompetencia y patosidad.
El ratón está muy bien logrado infográficamente, convirtiéndose en la estrella de la película.
Alan Silvestri crea una partitura adaptándose firmemente a las imágenes, con un dominio del recurso llamado mickey-mousing (enlace en inglés). Sin embargo, su tema para los títulos es de gran calidad, con un oboe que simula ser el diminuto protagonista.
Ficha IMDB
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Lo Mejor. El ratón
Lo Peor. Los dos personajes principales.
¿Recomendable? Para los que disfrutan con los porrazos de Solo en Casa. Para el resto, acabaremos hastiados de tanta torpeza.
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