Un estudiante americano llega a Oxford para que un eminente matemático le ayude a preparar su tesis. Pero unos misteriosos asesinatos desafiaran el poder de la lógica de ambos.
Alex de la Iglesia se traslada a la gris Inglaterra para rodar al estilo ingles una historia de suspense e intriga. Y tan lejos como de su España queda esta película de su característico toque personal. Sin apenas humor, sólo en pequeños detalles asoma su buen hacer.
Y no es precisamente en la dirección de actores, con una pareja protagonista con tan poca química que no prendería ni la gasolina. Elijah Wood parece aún perdido por las tierras de Mordor y Leonor Watling, a falta de recursos interpretativos con un personaje nefasto, opta por desnudarse una vez más (y van...). John Hurt, por el contrario, sabe perfectamente cómo hacer las cosas y se come con patatas tanto a uno como a otra.
Diversos giros de guión van llevando la historia hasta un final cogido por los pelos pero aceptable. Los actores se marcan con frecuencia numerosas parrafadas mezclando matemáticas y filosofía (las cuales encontré muy interesantes pero que aportan poco a la historia), nada fáciles de seguir para las generaciones LOGSE y posteriores.
De la banda sonora se encarga Roque Baños, habitual del director, quien crea una partitura oscura y fría, bastante anodina, que será recordada sin pena ni gloria. Al mismo tiempo, aparecerá en bastantes planos en un cameo con frases incluidas.
Ficha IMDB
Ver trailer (bastante engañoso)
Lo Mejor. John Hurt
Lo Peor. Elijah Wood y su doblaje
¿Recomendable? Será difícil de seguir para aquellos que adoran únicamente "Los Hombres de Paco" o "Aida"
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