Más que interesante película de terror que narra la historia de un grupo de obreros que se encarga de la limpieza de un antiguo y abandonado manicomio.Brad Anderson no se apoya en el susto facilón y utiliza la tensión y la incertidumbre para atrapar al espectador. La estética recuerda al videojuego Silent Hill (lo cual dice mucho a su favor), y el manicomio se convierte en un elemento indispensable sobre el que se sustenta el film. Su director juega perfectamente con la oscuridad y los silencios, ayudándose de una partitura mayoritariamente incidental, para crear una espeluznante atmósfera.
La historia, sin embargo, no está a la misma altura que la parte artística, y acabas con la sensación de un ligero deja-vu que te deja algo frío; aunque en esta ocasión se agradece que no haya fuerzas endemoniadas de por medio (¿o sí...?)
Ficha IMDB
Lo Mejor: Su realización, impecable
Lo Peor: Si no fuera por el guión, sería una gran película
¿Recomendable? Para verla solo y por la noche, si te atreves...
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