Alejandría, siglo IV d.C, diferentes religiones conviven en una ciudad en clara decadencia moral. Pero los enfrentamientos entre culturas arrasarán con todo.
Amenabar, en su empeño por no repetirse, nos trae este peplum con aires filosóficos que cuenta la historia de una astrónoma de la antiguedad, y su lucha por la ciencia y el razonamiento. Es ésta una historia de amores imposibles, de alumnos hacia su maestra, de esclavos hacia su dueña y de la propia astrónoma hacia la sabiduría y la lógica.
Amenabar rueda con gran firmeza un guion que en ocasiones pierde ritmo y al que su falso final en mitad del metraje hace desconectar al espectador, que debe de empezar una nueva historia. Eso sí, palos hacia el cristianismo y la intolerancia los tiene de todos los colores.
Rachel Weisz es la cara más conocida del reparto, en el que destaca Oscar Isaac (que ya hiciera de José en Natividad).
Técnicamente, se nota el dinero empleado, con la recreación a tamaño real de la biblioteca de Alejandría y de sus calles. Un aspecto que podría haber sido muy mejorable es la fotografía, demasiado luminosa, que acerca la producción a un capítulo del "Grandes Relatos" televisivo.
De la música se encarga Dario Marianelli, que crea una partitura siempre por debajo de las imágenes que recuerda en ocasiones a obras como Gladiator o La Pasión.
Lo Mejor. La dirección artística.
Lo Peor. El ritmo decae en ocasiones.
¿Recomendable? No es lo mejor de Amenábar (tiene el listón muy alto), pero está muy bien hecha. ¿Quien dijo que en España no se hacen superproducciones de calidad?
1 comentario:
Yo lo digo y lo mantengo. Por cierto a la hora de elegir actores no hay ni uno solo de nuestro país ¿por qué será? jur
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