Evan Baxter obtiene un escaño como senador en Washington, y parece que su vida será feliz. Pero un día recibe la visita de Dios, quien le mandará construir un Arca.
Al ver películas como esta, uno comprende porqué Dios realizó el Diluvio Universal; simplemente para matar a directores y guionistas tan malos como los de este engendro cinematográfico.
Secuela de la exitosa "Como Dios", estamos ante un insulto a la inteligencia, que mancha incluso a actores con cierto prestigio, como Steve Carrell o Morgan Freeman (hay que pagar la hipoteca como sea).
El guión se basa en en humor más infantil posible, con frases más que estúpidas, rematado todo con la dosis moralizante de la historia. Además, todo el tinglado que se forma con los animales queda anulado con el irrisorio final.
Técnicamente, sin embargo, el nivel es superior, con un gran despliegue de efectos especiales.
John Debney se encarga de musicalizar las imágenes, creando una partitura muy correcta y eficaz (habitual, en este chico), que se apoya en los coros para aportar el toque épico de la historia.
Y una vez más, el que la tituló en castellano se lució (como ya hiciera en la primera parte)
Ficha IMDB
Lo Mejor. Los créditos finales
Lo Peor. El guión, insultántemente malo
¿Recomendable? NOOOOO!!
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